LA LOGISTICA DE LOS JUEGOS OLIMPICOS
Las cadenas logísticas se enfrentaron a un hecho sin precedentes a nivel mundial después de posponer y casi cancelar los Juegos Olímpicos de Tokio 2020, todo el flujo de actividades básicas como el transporte, almacenamiento, empaque, carga, descarga, distribución y procesamiento de información implicó una gestión operativa y compleja que fue más allá de definir horarios para todos los eventos deportivos y sus diversas categorías.
Es ahí cuando una serie de procesos, casi invisibles para algunos ojos, también son parte del juego, pero una vez que se conocen se agradece saber que toda la logística detrás hace posible que los deportistas solo se preocupen por obtener el mejor resultado y en el mejor de los casos llevar el triunfo a su país. Y eso es posible gracias a organización, planeación y control que responda a las necesidades de un evento de esta magnitud en unos Juegos Olímpicos completamente atípicos que le han dado un reto único a la gestión logística.
La organización es la clave en el sistema de la logística olímpica con un proceso escalonado y divido:
Establecimiento: en esta fase se controla el procesamiento de pedidos y se envía los equipos al almacén principal a través de un horario que ya se estableció para transportarlo.
Reabastecimiento: se hace durante los Juegos Olímpicos y se trata de llevar bienes de consumo.
Recuperación: tiene lugar después de los juegos y es la parte más activa de todas, dedicada a devolver instalaciones, equipos y transportarlos.
Sin la logística, y en este caso la logística olímpica, no sería posible realizar eventos de una magnitud tan grande, como lo es Tokio 2020, más los cambios y retos que tuvo que enfrentar esta sede debido a la pandemia. Las gestiones aduaneras, transporte aéreo y todo tipo de servicios de logística internacional mueven al mundo, de formas casi imperceptibles, pero vitales para lograr los objetivos.
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